Dos Y Mi Primo (gay trios)



Veo a través de la ventana, veo pasar árbol tras árbol y en el interior veo a mi familia homofóbica al lado de quien, sin saberlo, odian tanto, yo. Nos dirigimos hacia el club para acabar de pasar el año allí, y con tan solo bajarme del auto, veo los torsos desnudos de los chicos más guapos; muerdo mi labio inferior por lo que me provocan y de la ira por no poder deleitarme con ellos, motivo, mi queridísima familia.

Mientras llevo mis cosas a nuestra cabaña, no puedo evitar observar los cuerpos semidesnudos a los lados de las piscinas, son gloriosos. Quiero desempacar rápidamente para cambiarme y empezar la cacería… pero mi prima, (quien me había confesado el amor que sentía por mi), junto con mis primos, solo quieren estar a mi lado, tienen planes para todo el fin de semana… que raro, y yo solo pensando en hombres y sexo.

Hace mucho que no veía a mis primos en sus pantalonetas y sin sus camisas, veo grandes cambios; mi primo favorito, con el tiempo se ha vuelto en un gelatina andante, y el más escuálido, ahora posee un cuerpo de dioses, se ha convirtió en mi nuevo favorito y en la excusa perfecta para estar con mi familia.

He decidido dar una vuelta con mi primo y mi prima que no suelta mi brazo; Jean, mi nuevo favorito, solo observa la escena con un pequeña pero sensual sonrisa, (¿será posible que pueda estar en mi lista?), tiene todas las características que me encantan, pero ¿sería adecuado?... Crecí a su lado y nunca noté algo que lo hiciera miembro oficial; es mejor mirar hacia otro lado, después de todo, por acá no moriré hambre.

Para la tarde ya tengo varios números, no es difícil tenerlos si sabes a quien y como mirar, así, que entre ellos escojo uno para que me acompañe esa misma tarde en mi habitación, hay que aprovechar que no habrá nadie…

Mientras espero y me organizo para mi encuentro, veo que mi primo llega, me repara de arriba abajo, me mira a los ojos, se ríe coquetamente, (es una sonrisa que todos los gays reconocemos), y termina diciendo – te hace provecho estar lejos, buen cuerpo – ; era lo único que faltaba, yo aprovechando le digo – pues primito, no te quedas atrás, estas rebueno – yo entro en la expectativa de lo siguiente, pues le he lanzado toda una jauría de lobos hambrientos y no es de mas sentirse nervioso, después de todo es mi primo… Con un explosivo “Jajaja” me contesta, traducción “Voy a pensarlo”; puedo respirar tranquilamente y por lo menos no moriré, (me lincharía mi familia si se dieran cuenta), antes de irse, me vuelve a sonreír y vuelve a mirarme de arriba abajo; traducción “es muy probable que si”… casi brinco de la alegría… le veo como se marcha, y por último, voltea a verme y me hace un guiño, es lo que espera, el siiiii…



Minutos después, llega mi SexBoy, mis ojos igualmente se deleitan con él y otro respiro es que no se encontró con mi primo Jean. Las miradas van y vienen, nos tomamos algo mientras charlamos un poco, un preámbulo, y enseguida lo invito a mi habitación, él sin ningún reniego me acompaña y cierra la puerta con seguro. Era obvio que de allí ninguno saldría vivo.

Sin resistirnos, nos empezamos a besar apasionadamente, nos empezamos a besar como un par de hombres lo hacen. Mi lengua tocaba su paladar, y mientras pasaban los segundos, cada vez nos sentíamos más y más excitados. Con tan solo la pantaloneta puesta, no se hacía esperar las caricias en nuestros torsos desnudos; cada respiración más fuerte que la anterior y el tacto sentía como los dedos rozaban nuestra piel. Cuando roce la yema de mi dedo anular por su espalda, desde su cuello hasta llegar a la línea sexy y bien formada que separaba su firme trasero, exhalo de forma excitada llevando su cabeza hacia atrás; inmediatamente le bese el cuello y sin poder soportar el placer, me agarro fuertemente, era como si se aferrara a la emoción, a esa sensación que te pide no parar, luego sujeto mi cabeza del cabello; me detuvo para mirarme fijamente a los ojos, expresaban lo mismo que yo, el deseo por el placer.


Empezó a besar mis labios suavemente, a bajar poco a poco, mi cuello se retorcía por cada roce que tenia con mi SexBoy, se veía tan provocador cuando tocaba mi pecho y mis tetillas con su lengua, esa lengua, la lengua hecha una pequeña víbora que me envolvía y con cada cuadro abdominal que bajaba, la excitación era cada vez mas y mas grande, hasta que con unos movimientos lentos, bajo mi pantaloneta para descubrir mi verga que al salir tropezó con su cara, pero supo como dominarla con sus manos.

Su lengua envolvía poco a poco mi pene, pasaba desde la punta de mi hongo dando pequeños giros que me hipnotizaban, bajando lentamente hasta llegar a mis huevos que me hacían excitar mucho pero mucho más, no quería que subiera de allí, era fantástico; y finalmente ese punto glorioso entre mi ano y mis gónadas, ese es uno de mis puntos preferidos… wow… que rico se sentía, era como estar en las nubes. Pero, repentinamente, tocaron la puerta, el susto de ambos hizo sobreexaltar el corazón y mi morbo despertó, era esa sensación de peligro que tanto me gusta olfatear en el aire, aunque, por otro lado, mi pobre compañero no sabía qué hacer.

Rápidamente y relajado abrí la puerta después de ponernos las pantalonetas, pero antes hice que se recostara el Sexboy para que se relajara. Era mi primo – ¿Qué haces? – Me pregunto; mi sinceridad en esa ocasión me impresiono y pensándolo después no puedo creer que lo hubiese hecho, respondí – voy a tirar con un amigo – pero su reacción me dejo más que asustado, me dejo perplejo y demasiado feliz; – ¿y no me invitan? – dijo; solo reí con entusiasmo, le agarre el brazo y lo entre. Esto se convertiría en una carnicería.
Cerré nuevamente la puerta, me di la vuelta y mirándoles pregunte -¿Quieren?- se miraron, me vieron y hubo sonrisas, otro inevitable “SI”… lo siguiente que hice, fue dirigirme hacia mi primo agarrando al SexBoy; y poniéndolo detrás de Jean comencé a agarrar la verga del chico mientras besaba a mi primo favorito y le tocaba al tiempo su trasero... ¿Quién creería que esa tarde iba hacer un trío con mi primo?

En poco tiempo los tres quedamos desnudos; luego, mi primo se concentro en mi trasero, abría mis nalga y me punteaba con su verga, obviamente a mi ano, mientras mi “amiguito” saboreaba mi entre pierna como antes lo estaba haciendo; fue la sensación más grandiosa y espectacular que nunca antes había sentido.

Más tarde, después de disfrutar aquella sensación un rato, ataqué el trasero del SexBoy mientras mi queridísimo primo mamaba mi verga y pasaba su lengua entre mi trasero; un maestro, era obvio que ya lo había hecho antes.

Mi nuevo amigo, se me dispuso en cuatro sobre la cama para que yo abriera poco a poco su apretado culo, que rico es la sensación de tener mis dedos en su interior... e igualmente, sentir los de mi primo en mi interior mientras me encontraba de pie y con las piernas separadas para que él tuviera mi verga y mi trasero a su disposición. Un placer tan grande que en repetidas ocasiones tenía que parar, era increíble lo que estaba pasando, lo que estaba sintiendo.

El primero en disponer sus nalgas fui yo, poco a poco entro la verga de mi primo en mi, era rico y morboso saber que había algo mas allá de la sangre que compartimos, su tranca… después, mientras me encontraba chuzado por mi familia, penetre a mi SexBoy, era delicioso sentir como iba entrando en su interior. Él se estaba sentando sobre mi, mientras yo me encontraba de espaldas a mi primo quien se hallaba acostado sobre la cama; unos sonidos de exaltación y regocijo lo acompaño, me excito mas y bruscamente lo clave completamente, deseaba que le castigaran ferozmente y bien duro, yo solo complacía a mi nuevo amigo.

Después nos arrodillamos sobre la cama, era el tren hacia la gloria. Yo era el más contento, el más feliz, yo era el que estaba en el medio ¡¡¡sensacional!!! no sé cómo explicar el placer que sentía en esos minutos, es algo arrollador. Hice que no se movieran y lo siguiente fue moverme velozmente de adelante hacia atrás… wow!!!... el coro siguiente que los tres exclamamos fue angelical para mis oídos, ese sonido fue algo glorioso y espero nunca dejar de escuchar.

Ninguno quería parar ésta acción de película que estábamos realizando y que no podre olvidar jamás. Nos acostamos en la cama y después de unos minutos, mi primo fue el primero en advertirnos diciendo “¡¡¡Estoy que me vengo!!!”… yo más rápido me movía, quería tener esa leche deliciosa en mi… no paso mucho para que nuestro nuevo amigo gritara “Me riegooo!!!”… era delicioso como ambos se estremecieron, me agarraron ambos tan fuerte, tan masculina y tan ferozmente, que me sentí sometido ante este abrazo doble, y finalmente con sus últimos movimientos y gemidos deliciosos, inevitablemente me chorree con bruscos derramamientos de mi ser; y sucedió nuevamente, el coro, el coro que ahora era endemoniado, pero placentero.

Luego pase una mano sobre la verga de mi compañero delantero para restregarle su leche por su abdomen y pecho, y con la otra mano, sentía como la tranca de mi compañero trasero (mi primo), suavemente salía de mí, yo quería tocar su leche y esparcirla sobre su ser, pero el látex se interpuso. Aunque cerrando los ojos, una imagen se me vino encima, una imagen donde sentía sus líquidos blancuzcos derramarse de sus vergas y chorreasen sobre mí, una imagen donde tomaba sus líquidos en mis dedos y con un suave movimiento de mi lengua, saboreaba sus esencias, su masculinidad.

Después, ya limpios y nuevamente semidesnudos con nuestras pantalonetas, mi primo y yo nos despedimos de quien acababa de conformar nuestro trío diciéndonos: “hay que volverlo a hacer”. Cuando entramos nuevamente a la cabaña me dio un beso rápido, le mire a los ojos y yo en cambio lo cogí para darle un gran beso francés.

Un gran fin de semana y estar en el medio no lo cambiaría por nada, ese doble abrazo, esa sensación no la ha captado mi cerebro como ninguna otra, fue lo más rico nunca antes hecho pero que se volvió a repetir y se repetirá.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me impresionas demasiado